jueves, 30 de octubre de 2008

¿EXISTEN LAS AMAS O SON UNA LEYENDA URBANA?


Nos quejamos los sumisos de la falta de Amas, lo difícil que es acceder a ellas, la desproporción numérica entre bellas féminas dominantes (pocas) y sumisos peri- patéticos (muchos), etc....¿Es cierta esta falta? ¿Existen en verdad las Dóminas o es sólo una leyenda urbana? Intentaremos responder a estas y otras cuestiones de interés en este post, ilustrado con fotos de una mujer que me pone a cien y que, aunque no tiene nada que ver con el mismo, siempre queda bien;


Me comentan que hay estadísticas y estudios al respecto. Para que luego digan que la humanidad no avanza. No tengo esos datos a mano en estos momentos, pero tampoco los necesito. De forma “perceptiva”, en base a mis muchas horas intentando ligar en chats y foros de mala muerte, empleando por supuesto los recursos más viles y rastreros, puedo asegurar sin temor a equivocarme que hay muchos más sumisos e insectos como yo que bellas dóminas crueles y fusta en ristre. Es triste verdad, pero sin embargo engañosa;

Vamos por partes, como diría Jack;

Es cierto que por muchas cuestiones que no cabe analizar aquí a la mujer se le ha prohibido exhibir su sexualidad so pena de confundirla con alguien que fuma por las noches a la luz de una farola mientras menea el bolso. Así que no es que haya pocas Amas; es que hay menos mujeres en general en todos los aspectos que impliquen exhibir la sexualidad libremente. La culpa la tenemos nosotros, por morder la manzana y echaros la culpa.

Puede que también haya algún componente biológico, pues como diría aquel abogado que salía en Ally Mc Beal, “ya me gustaría veros a mi todo el día con el mismo nivel de testosterona”.

Hay que tener en cuenta también que estas fantasías bdsm no son fáciles de conocer ni de explicar. Nos da vergüenza reconocerlas y hacerlas, por mucho que creamos haber avanzado al respecto. Pero también en esta guerra estamos avanzando.

No obstante, ya hemos dicho que los tiempos adelantan que es una barbaridad. Aunque aún queda mucho camino por hacer, justo es decir que en el Occidente Cristiano, más por ser lo primero que lo segundo, la irrupción de la mujer en todos los ámbitos (laboral, sexual, etc..) es un hecho y también lo es que existe cierto liberalismo sexual. En base a una simple regla de tres, mientras con más normalidad una mujer asuma su vida y con ello su sexualidad, más podrá hacer lo que le plazca, como por fortuna está pasando.

Y en base a ello podemos sacar la primera conclusión; mientras más mujeres acepten libremente su sexualidad y conozcan estas fantasías, más cantera de Amas tendremos en proporción, ya que a río revuelto ganancias de pescadores, como está pasando para regocigo de la humanidad en general y de los que buscamos pillar cacho en particular.

Pero es que hay más;

Cuando un sumiso busca Ama, sea en un anuncio o sea por chat, parece muchas veces que pida a alguien que viva en un castillo y que vaya por la vida con una fusta en la mano y vestida de cuero las 24 horas del día. Que lo sepa todo sobre este mundo y le adiestre y esclavice de por vida al igual que va haciendo por ahí con todos los tipos que encuentra. No busca, fíjese usted que tontería de matiz, una mujer. Es decir; simplemente a una mujer. O, si queremos ser más extensivos, una persona. Una persona humana.

Por que Amas no habrá muchas, pero mujeres hay más que nada en este mundo, salvo quizás insectos. Y personas humanas ya no te digo. Y algunas pueden tener estas inquietudes y ganas de probarlas, o simplemente de hablar de ello. A otras puede que le llamen la atención unas prácticas, o conozcan a una persona y a base de hablar con ella se decidan a probar algún juego. En fin; variantes hay infinitas, pero espero dejar claro el patrón que quiero transmitir; las Amas no existen. Existen las personas.

De ahí que yo, hoy en día, no diría que es difícil encontrar Ama, sumisa o perrito que me lama, aún reconociendo todos los obstáculos. Diría que lo difícil es encontrar gente válida, en general, en todos los sexos y tendencias. Porque estamos en una sociedad donde las prisas, las neuras y las apariencias prevalecen por encima de todo. Donde lo queremos todo y lo queremos ahora. Donde mitificamos y no nos conformamos con menos.

Y es que lo queremos todo aquí y ahora y sin esfuerzo. Pues no; todo es un proceso.

Hay que saber lo que se quiere primero, cosa que aunque parezca sencilla no es nada fácil, saber transmitirlo luego con naturalidad, cosa más difícil todavía, y tener y generar después la confianza y la tranquilidad suficiente para ir conociendo gente afín con la que hablar de nuestros deseos para, si surge la ocasión con el tiempo y una caña, probarlos. Ser personas antes que roles y no obsesionarse con estas fantasías o con el ansia que las mismas generan. Es obvio, pero a veces nos tienen que recordar lo obvio por que suele pasar desapercibido.

De este tema se podrían derivar algunos más, como hablar de que se han metido a Amas mujeres que no serían ni el recurso de “vanacerrarladiscotecayllevosietecubatas” aprovechando tiempos oscuros de gran desproporción, o meternos con sumisos que no saben lo que quieren ni lo que son y que con tal de pillar cacho se hacen pasar por lo que sea.

Tiempo habrá de dar caña, pero el próximo viernes hablaremos de una gran Ama y, sin embargo, gran persona. No de Zoe, que no quiere que hable de ella, pero también empieza por Z.

Hasta entonces tengan cuidado ahí fuera y sean buenos o malos en su justa medida.

Spirit de Zoe

jueves, 23 de octubre de 2008

MI PUTA PRIMERA VEZ

Dicen que la primera vez nunca se olvida. Debe ser cierto, por que yo he intentado por activa y por pasiva olvidar mi primera sesión bdsm y no lo he conseguido a día de hoy ni con lícor de ese que dan en los chinos. Así que aunque sólo sea como ejercicio de exhorcismo, me propongo a contarla aquí.

Mi primera sesión no fue mágica, ni fue especial. Mi primera sesión fue tan cutre que el “ama” llevaba bambas y no tenía ni puta idea de sado. No me acuerdo cómo se llamaba ella, ni si supe siquiera su nombre, y no tengo ni idea de cómo era su cara o su figura. Haciendo un esfuerzo, me viene que ni una cosa ni otra eran gran cosa. Era latina, eso sí que me acuerdo, y se tiró un buen rato hablando con alguien de la familia por teléfono en la habitación contigua mientras yo estaba tumbado en una cama preguntándome qué narices hacía allí y si no debía de irme cuanto antes. Le pedí que me azotara y creo que me miró con cara rara, me dio unas palmadas con más poca gracia que un orangután y me corrí por el sólo hecho de que tenía 23 años y a esa edad el aparato estaba a 120 grados de forma continua. Creo que también le pedí, con tremenda timidez, que me atara y sacó un pañuelo o algo así, pero de esto último no estoy tan seguro. Fue todo muy rápido, apenas diez minutos entre todo. Me acuerdo de la sensación de timo con la que salí y la frustración por no haber empleado ese dinero en algo más productivo, como tebeos o cubatas.

Por que mi primera vez fue con una profesional que se anunciaba en la sección de“relax” del periódico. La elegí en base a tres criterios muy bien pensados: 1) era la más barata 2) estaba en un lugar en el que no había que hacer trasbordo en el metro 3) Y era la más barata. El punto 1 y 3 propició, supongo, que la buena mujer no tuviera ni idea de sado y que la sesión fuera un desastre.

Aunque, para ser exactos, la sesión ni fue un desastre ni lo dejó de ser. Simplemente no fue ninguna sesión, sino un servicio de “relax” bastante cutre. El por qué se anunciaba como sado no lo sé. Un tiempo después, al recordar que me ofreció meterme un consolador (algo para lo que yo entonces no estaba preparado), llegué a la conclusión de que la buena mujer ofrecía un servicio de “sodomización” pero, supongo, todavía no estaba muy ducha en el negocio y las distintas variables sexuales le causaban confusión. Es verdad que en el fondo suena más o menos igual la “sodo“ que el “sado“. No vale para acertar en “pasapalabra” pero sí para ofrecer un servicio a estos pervertidos de mierda.


No voy a aburrir a nadie con mi rollo existencial de dar pena y justificar mis actos. Estaba triste por que no sabía cómo canizar estas fantasías, sufría mucho, pobre de mi, bla bla bla....pero me salto esa fase y paso directamente a lo que interesa. Fui por que la necesidad legisla y el camino más corto entre dos puntos es la línea recta. No voy a hacer aquí y ahora (pero se harán más adelante) reflexiones morales sobre la prostitución. Simplemente no quería morirme sin probar estas fantasías y lo hice de la única forma que por entonces supe.

Sí, la experiencia fue frustrante, el “ama” una estafadora, salí sin haber probado nada de eso que me carcomía, tuve durante un tiempo la sensación de ser el ser más imbécil del universo (algo que ya tenía y que nunca ha desaparecido) y encima me quedé sin tebeos ese mes por haber tirado el tremendo capital de por aquel entonces cinco mil pesetas en una mala paja de diez minutos. Cualquiera pensaría que, como diríamos los catalanes, “no hem fet negoci” (no hemos hecho negocio). Sin embargo, con la perspectiva del tiempo, creo que sí que lo hice y la experiencia fue más o menos positiva. ¿Por qué?

He aquí un par de conclusiones que he sacado, que como diría algún político se pueden resumir en cuatro, ya un poco más mayor y menos ingenuo;
1-Una vez le dije a un colega que estas fantasías sólo eran un juego. Y el muy capullo me contestó que vale, si me lo quería creer así incluso me daba una piruleta, pero que eran un juego que me había ocupado mucho tiempo, muchas energías y por el que había hecho acciones y gastado recursos impensables en mi vida cotidiana. Este escrito es un ejemplo de ello. Las fantasías sexuales son tercas y causan nuestra infelicidad si no las tenemos, así que luchamos como sabemos o como podemos para satisfacerlas aún a consta de miedos, prejuicios morales y medios. O sea, moreleja uno; que la necesidad legisla.

2-La segunda lección es que fue frustrante. Sé que mucha gente en mi misma situación ha ido con profesionales del tema y ha salido igual (o más) de frustrado o incluso traumatizado. De algo de eso hablaremos cuando toquemos el tema de las profesionales en profundidad. En mi caso tuve claro un par de cosas; la primera es que sólo hay forma segura de dar en el clavo, y es dar ciento en la herradura, así que probaría y probaría hasta dar con lo que buscaba o morir en el intento. La segunda es que si fue frustrante en parte fue por mi culpa; no supe transmitir lo que deseaba, en parte por tonto, en parte por novato, pero sobre todo por que en verdad tampoco lo tenía claro; no tenía definido qué priorizaba y qué precio estaba dispuesto o no a pagar. Así que si volvía a encontrar a alguien que no supiera bien su oficio pues vale, mala suerte, pero que no fuera por que no me supiese explicar. O lo que es lo mismo; la moraleja dos es que la perseverancia y la autocrítica es la madre de la ciencia.

3- La moraleja tres es que no pasó nada. No me apaleó ningún chulo, no pillé el sida, no se enteró mi novia, no acabé en la cárcel llorando ni por las esquinas hablando solo. Y eso me hizo sentir libre; empezaba a vencer mis miedos (que no a descartar la prudencia).
4-La moraleja cuatro es algo que he aprendido con la perspectiva que da el tiempo. Ir con una profesional es una mentira y le quita al bdsm de su esencia; la magia y la entrega. Tiempo habrá de hablar de ello. Pero en su momento el ir con profesionales (no en esta experiencia, pero sí en otras posteriores) tuvo un efecto que a la larga marcó la diferencia entre elbien y el mal; me quitó “el ansia” por probarlo. Es decir; todo en esta vida es un proceso. Antes de cansarme y encontrar vacía una sesión de pago me había quitado el “ansia” de probar las prácticas, las sensaciones físicas, los juegos extraños y el morbo insano. Por eso cuando contacté con gente no profesional no me cegaba la necesidad. No estaba atado a lainmediatez del desepero; oye, ya lo he probado, ya sé lo que es.


En su momento no lo supe, pero creo que esa diferencia fue la que me abrió más de una puerta por cuyo laberinto todavía transito.En todo caso es mi experiencia personal, pero transferible o no en función de la vida y las circunstancias de cada uno. De mi primera sesión sólo recuerdo esto. Y no sé si es triste que recuerde más las conclusiones que la experiencia en sí. Pero oye, es lo que hay.

Luego vinieron más sesiones, y como dirían los anuncios, en el precio está la diferencia, y luego el proceso del cansancio y la sensación de buscar la autenticidad y luego más historias que no cabe contar aquí y ahora. Pero se contarán.

Tengan cuidado ahí fuera y sean buenos o malos en su justa medida. El próximo viernes hablaremos sobre si existen las Amas o son, como aseguran muchos sumisos faltos de cariño y cruedad, una leyenda urbana.

Spirit de Zoe

viernes, 17 de octubre de 2008

SALUDOS Y PRESENTACIONES, ESTO SE PONE EN MARCHA

Mis padres me enseñaron, entre otras cosas inútiles, a ser educado y más o menos de bien. Así que las normas de la educación indican que se ha empezar por el principio; presentándonos mutuamente y haciendo una idea general de lo que vamos a encontrar. Vamos a ello.

Todavía sigo sin saber bien como funciona esto del blog, yo es que me quedé en la era del papel, hace eones de años. Pero como más o menos veo que puedo hablar de mí y poner fotos de tías buenas, supongo que con eso tenemos suficiente para empezar.

Me llamo J., o Spirit, o Sr. Fernández, dependiendo del momento
y la condición, aunque, como diría Chespir, ¿qué importa un nombre?
En estos mundos de locos, depravados y pervertidos que es el sado maso, el bdsm o como se les quiera llamar, me gusta ser llamado Spirit, nick que he cogido del personaje de tebeo cuya ilustraciones adornan este post. Es una especie de detective- justiciero de los años 40 al que las mujeres fatales toman miserablemente el pelo una y otra vez. Me pareció muy apropiado y por ello escogí ese nick la primera vez (o de las primeras veces) que entré en un chat con el noble propósito de ligar. Del personaje van a hacer una película en breve. Del nick no sé lo que queda por que no sé donde termina Spirit y dónde empieza J., y viceversa.

Quiero decir...yo soy yo en cualquier momento y en cualquier circunstancia. No me desdoblo ni tengo esquizofrenía. Mi sexualidad es bdsm, igual que el que es gay lo es aunque no tenga sexo.
Si estás aquí supongo que sabes lo que es el bdsm o tienes algunas nociones de estos mundos. En caso contrario, la verdad es que este sitio es un lugar que he creado casi para mí y apto para la gente que ya tiene algunas nociones, aunque sea teóricas, sobre el tema. Quiero decir....no me apetece ponerme a escribir que el bdsm es un acrónimo (se dice así?) compuesto por las siglas Bondage, Dominación, Sumisión, Masoquismo con el que se denomina a un juego sexual donde una parte asume el rol de Dominante o Amo/a y la otra parte la de sumiso/a. (Cachislamar, ya lo he repetido...bueno, así más o menos sabes lo necesario para poder hablar de ello, como la mayoría de la gente que circula por internet).

He tenido, tengo y supongo que tendré dos grandes impulsos que han condicionado mi vida. El primero es una desmedida afición por los tebeos, pero de eso no toca hablar aquí. El segundo es tener esa sexualidad extraña, a veces difícil de aceptar y desde luego muy difícil de canalizar, a la que he dedicado mucho tiempo, recursos y acciones, que me ha dado muchos sinsabores y alguna otra satisfacción, que me ha hecho amar la vida y odiarla a parte iguales....aunque a día de hoy el balance se decanta con mucho por la parte positiva.

Por que yo soy sumiso, o más bien la naturaleza, que es muy cruel, me ha hecho necesitar este aspecto como mi sexualidad. Como el que es gay sin haberlo pedido. Yo no pude decir; “ey, oiga, Señor Dios, mire, que no me complique la vida haciendo que necesite juegos raros, yo con meterla y sacarla y alguna que otra mamada como el resto de la humanidad con una buena moza ya me vale, quíteme esta necesidad de buscar Amas, que es un poco complicado y algo patético, y de paso no me haga tan gordo, por favor”. No, ahí te quedas con lo que tienes. Incluido ser algo gordo.

Lo que pasa es que claro....a mí eso de ser sumiso tampoco creo que me defina. Por que lees por ahí relatos de sumisos que lo hacen todo por la parte dominante y con una trascendencia y una seriedad que alucinas. Y todo eso es muy legítimo, e incluso muy bonito. Pero yo no me siento identificado. Yo....yo creo que soy más una puta – viciosa- masoquista- fetichista (no necesariamente por ese orden) y esa es mi sexualidad. Lo que pasa es que es muy largo y lo englobamos como sumiso, que es parecido y más corto. En todo caso, creo que lo admito todo menos la falta de morbo.

Por que yo estoy en estos mundos por mi placer, aunque no es incompatible con el de la parte dominante. Por que me van todos los palos y me gusta todo lo relacionado con estos mundos.
Pero nunca he olvidado que soy antes que nada una persona, que el bdsm es en realidad sexo y como tal algo importante, pero vital, alegre, festivo y lúdico. Por que nací con el molde, pero eso no significa que no lo pueda retorcer y jugar con él.

De mi forma de ver el bdsm, y de algunas reflexiones y experiencias al respecto trata este blog. Se trata de tomarlo todo con humor, quitando trascendencia, desmontando tópicos y prescindiendo del misticismo y el adoctrinamiento. Se trata de hablar de nuestro vicio como personas y pasarlo bien. Exponiendo mi punto de vista (para eso es mi blog) y dejando el tema abierto a quien quiera participar o aportar algo. Y de vez en cuando nos lo tomaremos en serio para que no digan que no sabemos la lección.

Yo todavía estoy en esto para emocionarme y sorprenderme. Para tener ilusión y vida. Eso es lo que espero y eso es lo que quiero transmitir.

La idea es actualizarlo cada viernes a partir de esta semana

Ya sé que en los blogs normalmente se vierten mil comentarios y se siguen con atención si el autor es una tía y se pasa de las pajas mentales de los demás hombres con los que no podemos rascar nada de sexo, pero bueno....lo asumo. Al fin y al cabo ya he dicho que es un blog hecho para mí, por el placer de hacerlo.

Pues no está mal como presentación, no?

Un último apunte. He dicho que a día de hoy el balance es positivo en cuanto a alegrías. Esto no sería del todo exacto, pero quedándonos con la literalidad me gustaría decir que muchas de esas alegrías las proporciona un ser rubio de nada ligero acento andaluz que es mi Señora, que comparte más o menos mi visión y que si esto fuera un blog al uso diría “le pertenezco”. Pero es que ella es alguien de quien no quiere que se hable, no tiene el mismo egocentrismo que yo y prefiere que haga lo que quiera con el blog y su puta madre mientras la deje en paz. Pobre ilusa, pero dado que estamos empezando respetaremos su postura.

Por cierto; también tengo la habilidad de enrollarme como una persiana, como pueden ver.

Pues lo dicho, hablaremos de todo ello y de alguna cosilla más por estos lares, estás invitado.

Tengan cuidado ahí fuera y sean buenos o malos en su justa medida.

Spirit de Zoe.