viernes, 28 de agosto de 2015

C/ AMO/ AMO BITELCHUS...QUIEN TIENE UN AMIGO, TIENE ALGUIEN QUE LE PAGUE LAS CERVEZAS

Hoy voy a hablar de un amigo. Por supuesto, al hacerlo contaré detalles escabrosos, traicionaré su confianza, diré cotilleos varios que le harán quedar como un trapo y demás cosillas singulares que molan cantidad.

Vamos al lío;

Con la perspectiva del tiempo, creo que una de las mejores cosas de tener esta…er….afición? necesidad? identidad sexual? vicio?  Lo que sea….del bdsm es que gracias a ello he conocido a personas que de otra forma jamás hubiera sabido siquiera de su existencia.

La persona de la que voy a hablar ahora es una de ellas. Tenemos aficiones comunes, como la lectura, dar la brasa a todos los demás y la cerveza en los bares. Incluso durante mucho tiempo vivimos ambos en la misma miserable ciudad de la periferia de Barcelona, a apenas 758 metros en línea recta de distancia. Yo sigo en esa miserable ciudad y él ha emigrado al centro, pero para no perder la tradición está a 758 metros de donde trabajo. Pues bien; pese a eso jamás nos hubiéramos conocido en la vida de no ser por compartir estas cosas de locos y pervertidos.

Nos separan casi 20 años de edad. Yo soy un joven en lo mejor de la vida (ejem, ejem) y él ya entra en la edad de los achaques y las pastillas para el reuma. Y como además él está un poco cascado y yo soy un pimpollo sano y vigoroso esos 20 años parecen que sean el doble. Nos separan también diferentes circunstancias vitales; diría que en general yo he tenido una vida mucho más fácil que la suya, pero eso no viene al caso. El es más de chat y yo más de foro, yo más de woll danm y él más de estrella, yo fumo fortuna y él tabaco de liar.

Y él es Amo y yo sumiso. Pero no somos pareja, que conste, ni siquiera hemos tenido ningún escarceo.

Lo conocí hace…quince? Trece? Años con el nada sutil y nada presuntuoso nick de AMO en el extinto chat ozú del que he hablado alguna vez aquí. Su Nick más habitual en estos tiempos, no obstante, es Amo Bitelchús. Personalmente, no me gusta nada ese Nick; no le veo ningún parecido con el famoso fantasma. Pero bueno, yo tampoco me parezco en nada a Spirit. Tiene un mierda de blog donde cuelga el tostón de relatos que escribe cuando no tiene con quien follar cuyo enlace pongo aquí.

Pero estoy divagando…retomamos la historia.

No recuerdo si hablamos mucho por el chat de marras. Por entonces yo sólo hablaba con mujeres y supongo que él tres cuartos de lo mismo. En persona nos conocimos semanas después, en una infecta nave industrial que unos personajes de ese mismo chat abrieron como local bdsm clandestino llamado, muy ingeniosamente, “el local de Mara”, y del que creo que también he hablado alguna vez en este blog. Bueno, la cosa es que hablar, hablamos poco. Cada uno fuimos a lo nuestro, pero en una de esas conversaciones intrascendentes vimos que ambos éramos de la misma miserable ciudad de la periferia y me ofrecí a llevarle en el coche.


Aquí haré un inciso para decir que eran los locos principios del 2000 y no estaba penado conducir bebido (o al menos no tanto como ahora), así que entre lo mal conductor que era/soy y la castaña que llevaba fue un milagro que llegásemos a casa sin estrellarnos con la primera farola que hubiera al paso.

En todo caso ese fue el inicio de una bella amistad.

Al poco quedamos para tomar algo, aprovechando que vivíamos cerca. Supongo que él vió en mí un pimpollo que empezaba y le di pena y yo en él un tipo con muchos tiros pegados del cual aprender. Habéis leído ésta última frase, verdad? Pues es mentira; en verdad ví que él conocía a todas las tías buenas del chat y me pegué como una lapa a ver si pillaba cacho.

En todo caso, sin darnos cuenta, nuestras quedadas fueron siendo más o menos habituales.

Aquí entramos en una primera fase de secretos que no sé si está bien revelar, así que intentaremos ser sutiles al hacerlo. En su vivienda él tenía una especie de habitación (a la que le hacía falta un barrido, dicho sea de paso), habilitada para las sesiones. Un día, sabiendo además que yo estaba hecho polvo porque mi primera Ama me dio la patada, me llamó diciendo algo así como “ven duchado y con calzoncillos limpios que tengo una sorpresa”. Y me propició una sesión con una sumisa suya que tenía inquietudes como Ama dirigida por él de la que tengo grato recuerdo y testimonio gráfico. La sesión en sí estuvo bien, pero además a mí me vino anímicamente estupenda y por eso la atesoro en mi recuerdo de manera especial.


Con semejantes mimbres, no puedo si no estarle agradecido y por ello nuestras quedadas se hicieron un tanto más habituales.

Ahora daré saltos en el tiempo aquí y allá sin demasiado orden en concreto. El local de Mara cerró. El chat de ozú cerró. El Fetish Café cerró. Mucha de la gente habitual en ellos fue desapareciendo. Los amores de nuestra vida nos dejaron. Pero él y yo seguimos quedando cada tanto a tomar cervezas.

Estas últimas líneas callan más de lo que dicen /pero dicen la verdad. En medio hay muchas cosas indiscretas que contaría con sumo gusto, pero como el cabrón también puede contar cosas indiscretas mías mejor me freno porque soy de aquellos valientes que nunca empiezan una guerra que no están seguros de ganar.

Puede que en medio haya otras experiencias que me ha proporcionado o que he vivido gracias a él. O puede que no. Puede que quizás yo le haya proporcionado alguna o presentado a alguien. O puede que no. Puede que él estuviera bastante mal por males de amores y me gusta creer que yo estaba ahí. O puede que no. Puede que quien estuviera mal fuera yo. O puede que no. Puede que compartiéramos otras alegrías. O puede que no. Puede que solucionáramos el mundo, o simplemente tuviéramos el contacto con el bdsm en forma de charla en esas raras épocas en que lo dejamos un poco de lado. O puede que no. Puede que además hubiera procesos vitales de todo tipo y condición. O puede que no. Da igual, qué más da?

Lo importante es que a día de hoy, trece años después, seguimos tomando cervezas mínimo una vez por semana. Gracias a él he conocido a una de mis mejores amigas en la actualidad. Creo que él gracias a mí ha conocido a su otro yo en forma de Domina (un poco bastante más alta, todo sea dicho).

C….Amo Bitelchus es uno de los pocos Amos que respeto. Sé que una sumisa va a estar en buenas manos con él. Es Amo desde antes que los Amos existiesen. Ostres! Ahora recuerdo que en los albores del blog le hice una entrevista. Pues pongo el enlace para que veáis su pensar en esa faceta suya. Ha pasado tiempo, pero creo que no ha cambiado en lo sustancial.

Hacía látigos, por afición. Hoy en día lo ha dejado, pero he de reconocer que cuando se lo curraba le quedaban bien. También escribe, así que id a su blog. Personalmente creo que muchos de sus escritos transmiten en demasía cierta añoranza por alguien que fue muy importante en su vida, pero es inevitable por la verdad es que estaba como un tren. El último escrito, no obstante, es bastante sentido sobre una persona que apreciaba mucho y con cuya muerte me consta lo ha pasado mal.

Sé que sabe manejar todo tipo de látigo, incluido el largo, porque lo he visto en acción (no conmigo). No tengo ni puta idea del resto, pero como es gato viejo me lo imagino practicando un bondage decente y demás técnicas que a mí, como sumiso, me la pelan bastante. Es evidente que él en lo suyo y yo en lo mío somos “la cream” del bdsm, lo que pasa es que no todo el mundo lo comprende así y hay quien se echa unas risas. Mala gente, sin duda.

En todo caso, más allá de eso C/AMO/Amo Bitelchús es mi amigo. Me da bastante la brasa con que publique las bedesemeniadas, pero lo hace por mi bien. Me da bastante la brasa con que adelgace, pero lo hace por mi bien. Me da bastante la brasa en general, pero lo hace por mi bien. Menos mal que no le hago ni puto caso, por eso sigo quedando.


C/AMO/Amo Bitelchus es una de esas personas que hacen que el bdsm, y el mundo en general, sean un poquito mejor. Es una de esas personas capaces de dar un libro que se está leyendo a otro si ese otro se lo pide, y ese es el baremo por el cual yo mido a las personas. Yo jamás dejaría un libro hasta haberlo leído, y aun así me lo pensaría. No todo es perfecto en él, claro. Alguna miseria tiene por ahí que no vamos a exponer, pero nada grave. Creo que de cada diez sumisas que han estado con él, 9 hablaran bien y una no hablará, lo cual no es mal porcentaje.

Releo lo escrito y creo que me he cortado bastante. Unas veces, para que no me quedase demasiado pasteloso. Otras, para no ser demasiado indiscreto. Creo que aun así me ha quedado demasiado largo y no he dicho gran cosa, pero bueno. Lo vamos a dejar aquí antes de que me arrepienta.

No sé cuándo volveré a escribir algo ni sobre qué irá. Tengo unos apuntes de algo llamado el post porno, que es un término que parece estar de medio-moda y que no acabo de entender lo que es pero, claro, eso no es obstáculo para no comentarlo. Permanezcan atentos a su canal y ya saben…tengan cuidado ahí fuera.